Las llaves

—¿Las ves? Se balancean suavemente entre mis pechos. Brillan. Te llaman. Y sabes que no son decoración. No necesitas que te lo diga, pero te lo diré: esas llaves son tuyas… o más bien, de lo que encierra tu deseo. Están tan cerca… tan inalcanzables. Solo yo decido cuándo giran. Solo yo sé si hoy tendrás permiso para respirar algo más que tu propia desesperación. Míralas bien. Porque, quizás, hoy duermes sin ellas.

Lady Lis

5/1/20251 min read

Entre mi escote, las llaves. De tu jaula. De tu entrega. Colgando justo donde jamás llegarás sin permiso.